Todos tenemos sueños que estamos esperando que se cumplan y situaciones que deseamos ver que cambien. Pero en demasiadas ocasiones, colocamos a Dios en una caja y le decimos cómo y cuándo hacerlo, y a quién utilizar para hacerlo.

En este mensaje, Joel nos recuerda que si deseamos alcanzar nuestro máximo potencial, debemos mantenernos abiertos y confiar en que Dios obrará en nuestra vida a Su manera. Eso significa que el plan de Dios no siempre será lógico, pero cuando permitimos que Dios se mueva, ¡Su plan siempre será mucho mayor y producirá más realización de la que podríamos imaginarnos! Al soltar todo y confiar en Dios, Él nos dará los deseos de nuestro corazón.