No se supone que la oración deba eliminar cada dificultad de nuestra vida. De hecho, Dios utiliza las situaciones incómodas para pasarnos por el fuego del refinador y moldear nuestro carácter. No se supone que debamos quedarnos en el mismo lugar año tras año. 

Cada reto, ofensa, demora, persona difícil de tratar, es una oportunidad de refinar y hacer crecer tu carácter. Conforme es desarrollado tu carácter, Dios te puede confiar más influencia, responsabilidad y recursos.   

En este dinámico mensaje, descubrirás cómo pasar estas “pruebas de vida” y así quedarte sobre la rueda del Alfarero para llegar a los nuevos niveles que Dios tiene para ti.